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lunes, febrero 27, 2006

Hoy es lunes.


En este día lunes estaba pensando en el viejo y conocido dicho que dice así: “los lunes ni las gallinas ponen”, meditaba en que a muchas personas, o a la mayoría, les cuesta reiniciar sus labores al principio de la semana, sin embargo el Señor me permitió iniciar este día con mucho animo y regocijo; desde temprano empecé a hacer una serie de diligencias que tenía que hacer, mientras mi esposa atendía a nuestro hijos y los llevaba a la escuela; afortunadamente mis diligencias las terminé a buena hora. Luego compartimos un buen tiempo de oración con mi esposa y después nos fuimos con ella a hacer nuestros ejercicios cotidianos. Antes de las 11:30 AM ya habíamos avanzado en el día y contamos con bastantes horas para hacer lo que queda de hacer durante este día. La Biblia nos invita a regocijarnos y nos dice que hoy es un día que ha hecho el Señor, pero que nuestro gozo es El; hay que iniciar cada día con la confianza de que El tiene control de todas las cosas. Lo importante es la actitud que se tenga para enfrentar la diaria jornada.

Hay personas que siempre dicen que no tienen tiempo para nada y realmente eso es lo que hacen “nada”, es cuestión de organizarse y establecer prioridades, dejar de hacer lo urgente para hacer lo importante y dejar de hacer lo que no nos traerá ningún beneficio, hay que “hacer” y dejar de ser activistas (comprometidos en un montón de cosas y de causas). Nuestras prioridades deben ser en este orden:
  1. En primer lugar nuestra comunión y relación con Dios.
  2. La Familia en segundo lugar, es decir la familia nuclear (papá, mamá e hij@s) y no la familia extendida (abuelos, tíos, primos, etc.).
  3. La Iglesia, nuestro servicio en la obra del Señor.
  4. El trabajo. Lamentablemente muchos por el trabajo descuidan los tres aspectos anteriores y cosechan tremendas adversidades y dificultades en la vida.